En Nadie me verá llorar de Cristina Rivera Garza, Joaquín Buitrago, fotógrafo, reencuentra en un manicomio a Modesta, una exprostituta a quien fotografió años atrás. Atraído por su enigmática presencia, decide indagar en su historia que hace de esta poderosa novela una indagación sobre la locura, la memoria y la resistencia de una mujer atrapada en un mundo hostil.
Esta novela fue el libro elegido en la versión 89 de nuestro Club de lectura virtual para febrero de 2025. En esta reseña te contaremos de qué trata, cuáles son sus personajes principales, cómo fue nuestra experiencia leyéndola en el CLE y haremos un breve análisis literario de la obra.
Nadie me verá llorar cuenta la historia de un fotógrafo y una prostituta loca cuyos destinos se entrelazan para tratar de responder dos preguntas: ¿cómo se convirtió Modesta Burgos en una prostituta loca y cómo se convirtió Joaquín Buitrago en un fotógrafo de locos?
Así, somos transportados al manicomio de La Castañeda, en México, a principios del siglo XX donde Joaquín Buitrago, un fotógrafo de internos, reconoce en una sesión a una de las pacientes: Modesta Burgos, una mujer que había retratado años atrás en un burdel. El reencuentro despierta en él una obsesión por reconstruir la historia de Modesta, una figura compleja que desafía las convenciones de su tiempo. Mientras Joaquín investiga su pasado, se revela también su propia historia marcada por la adicción al opio, la pérdida y el desencanto tras la Revolución Mexicana.
La novela entrelaza las voces de ambos personajes en una narrativa fragmentada que combina investigación, diario personal, expedientes de los internos y memorias. Modesta emerge como una mujer marginada, etiquetada como prostituta y loca, pero también como una figura rebelde que lucha contra la imposición de una identidad única.
Cristina Rivera Garza desafía las categorías de normatividad, locura, género y poder a través de una prosa lírica y documental. La novela no solo expone las violencias del sistema psiquiátrico y patriarcal, sino que también ofrece una reflexión sobre la escritura como acto de recuperación y resistencia. Es una obra que confronta las formas en que la historia oficial borra o encierra a quienes no se ajustan a lo establecido.
Los personajes principales de Nadie me verá llorar son 4:
Esta novela de la autora mexicana Cristina Rivera Garza, ganadora el premio Pulitzer en 2024 con su obra El invencible verano de Liliana, se publicó en 1999 y con él, la autora se convirtió en la escritora que más veces ha ganado el Premio Sor Juana Inés de la Cruz (dos veces).
La idea para la novela surgió de la tesis de doctorado de la autora mientras revisaba expedientes del manicomio General La Castañeda. De allí se inspiró la autora para el personaje de Modesta Burgos, una paciente de aquel hospital psiquiátrico.
Sin embargo, cuando fue publicada la novela este personaje se llamaba Matilda porque en aquel entonces la autora no pudo usar el nombre real de la paciente. Veinticinco años después, con motivo de la edición conmemorativa publicada en 2024 por Penguin Random House, el nombre del personaje cambió de Matilda a Modesta. Por eso si estás leyendo una versión anterior a esta fecha notarás que en tu libro el personaje no se llama Modesta (como lo llamamos en esta reseña) sino Matilda.
Cristina Rivera Garza desarrolla su historia durante la época del Porfiriato y la Revolución Mexicana, una época muy convulsa en el país y durante la cual la locura y las enfermedades psiquiátricas eran vistas de forma muy diferente a la actual. La autora retrata lo que entonces se consideraba locura, no solo a través del personaje de Modesta, sino también con otros pacientes del lugar.
El libro contiene documentos reales como cartas, diarios, citas de algunos libros de consulta y expedientes de pacientes de La Castañeda que se contraponen y complementan la prosa poética en la narración que hace Rivera Garza de cada personaje. Este rasgo narrativo, el combinar archivo externo y escritura propia, es característico de la autora mexicana.
Nadie me verá llorar es un libro con muchos datos interesantes. Aquí te compartimos algunas curiosidades:
Los 25 lectores inscritos al club de lectura dieron una calificación de 4.32 al libro. Estas fueron algunas de sus opiniones:
Cristina Rivera Garza contruye la historia de Modesta Burgos desde una prosa poética, con una ambientación muy bien lograda que evoca muchos sentimientos al lector. Es una historia que atrapa, enamora, y hasta duele algunas veces.
Maria E. (Colombia)
Increíble es la palabra que me llega de primera. Por el esfuerzo de la autora en recopilar toda la información y darla al lector en forma de bella historia y palabras.
Anónimo
A mi me pareció una lectura muy interesante, desafortunadamente no la leí como me gusta leer por falta de tiempo. Aún así me entregó unos momentos de reflexión lindos y acompañados con historia, eso me encanta . Hubieron momentos que me perdí y creo que merece una relectura.
Anónimo
Me gustó mucho conocer la historia de las personas de a pie en la época de la Revolución y como de alguna forma los marginados terminaban siendo posibles pacientes de un hospital psiquiátrico.
Anónimo
Es una novela hermosa, se nota el trabajo de investigación y la dedicación de la autora .
Lucero P. (México)
Es un libro rarito pero como no si así es la locura , es un libro muy lindo con una historia triste o de resilencia segun se vea.
Anónimo
Durante el CLE compartimos algunas frases del libro que nos gustaron mucho. Estas fueron algunas:
1- “Todo fracaso comienza con la luz, con el deseo de atrapar la luz para siempre”.
2- “Todo fracaso comienza con la luz, con el deseo de atrapar la luz para siempre”.
3- “El futuro es una escalera infinita.”
4- “El amor no se puede contar. El amor es inicuo. Está hecho de gestos anodinos y costumbres difíciles de cambiar. El amor es los años que pasan uno tras otro sin variar.”
5- “—No tienes que hacer todo esto, lo sabes, ¿verdad? El cuarto que debes limpiar está detrás de tus ojos, dentro de tu cabeza. Las mujeres deben entrar al cielo con libros, con música, no con escobas y trapos viejos, damita. Ponte lista.”
6- “Todas las mentes enfermas y carentes de buen gusto y arte juzgan el desnudo como inmoral.”
7- “—El aire —le dice—, el aire es de color azul. El horizonte una línea que corta el corazón en dos. Un halcón.”
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En agosto leeremos dos clásicos cortos imperdibles.
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